Orígenes.
A pesar de que los avances más significativos de la informática se han producido en las últimas décadas, sus inicios se remontan a la antigüedad, cuando ya se utilizaban los ábacos para realizar cálculos numéricos. En sus orígenes el ábaco era una tablilla dividida en columnas en la cual la primera, contando desde la derecha, correspondía a las unidades, la siguiente a la de las decenas, y así sucesivamente. A través de sus movimientos se podía realizar operaciones de adición y sustracción.
Otro de los referentes en la evolución de la informática se encuentra en los denominados autómatas: automatismos mecánicos diseñados para reproducir una secuencia fija de movimientos. A este tipo de dispositivos se les suele denominar como autómatas de programa interior para expresar así que la secuencia de sus movimientos está intrínsecamente descrita en su maquinaria interna. En sus orígenes, la mayor parte de los autómatas tenían como objetivo imitar la figura y los movimientos de un ser animado.
Otro de los inventos importantes dentro de la evolución de la informática es la denominada Pascalina, inventada por el científico francés Blas Pascal (1623-1662). La pascalina era capaz de sumar y restar, basándose en la pieza fundamental de los engranajes de los molinos: la rueda dentada. Su funcionamiento puede compararse al de un cuentakilómetros: cada rueda posee diez posiciones y, a cada vuelta, provoca en la siguiente un arrastre de una posición.
Aunque la Pascalina sólo servía para hacer sumas y restas, sirvió como base para que el alemán Gottfried Leibniz (1646-1716) desarrollara una máquina que, además de realizar operaciones de adición y sustracción, podía efectuar operaciones de producto, cociente e incluso raíces cuadradas. A esta máquina se la denominó calculadora universal. Su elemento característico era un tambor cilíndrico con nueve dientes de longitud variable, llamado rueda escalonada o rueda de Leibniz, y que se encuentra en prácticamente todas las calculadoras mecánicas posteriores.
La Pascalina y la calculadora universal se consideran máquinas de programa exterior, puesto que, tanto las instrucciones como los datos son proporcionados de manera externa por el usuario. Sin embargo, las instrucciones especificadas por los usuarios son demasiado simples como para poder considerarse un programa.
Otro de los inventos destacados en la historia de la informática es la máquina analítica, inventada por Charles Babbage (1791-1871). La máquina analítica era capaz de seguir las secuencias de instrucciones (junto con los datos) proporcionadas desde el exterior. La novedad en este caso es que las instrucciones y los datos, en lugar de ser directamente especificados por los usuarios, se registraban en tarjetas perforadas. El modus operandi de la máquina de Babbage consistía en ir leyendo las tarjetas perforadas (con las descripciones de las operaciones) e ir ejecutándolas sucesivamente.
Este invento es considerado el primer ordenador de la historia y, por ello, a Charles Babbage se le considera el padre de la informática. Para desarrollar esta máquina Babbage contó con la colaboración de la matemática Ada Augusta Byron (1815-1852), Condesa de Lovelace e hija de Lord Byron, quien, fascinada por el trabajo del inventor, participó en el patrocinio y la promoción de la máquina analítica, para la cual escribió diversos programas para resolver ecuaciones trascendentes e integrales definidas. De este modo se considera a Ada Byron como la primera programadora de ordenadores del mundo.
Un poco más tarde, a finales del siglo XIX, el desarrollo de los estados modernos fue lo que determinó la necesidad de procesar grandes volúmenes de datos: siguiendo un mandato constitucional en EE.UU., era necesario realizar un censo de la población cada diez años. En 1886 se hizo patente la imposibilidad de obtener los resultados del censo de 1880 antes de 1890. Consciente de esta situación, Herman Hollerith (1860-1929), funcionario de la oficina de censos, desarrolló un sistema de cómputo automatizado, basado en el uso de tarjetas en las que se representaba la información (nombre, dirección, sexo, edad, raza, etc.) mediante perforaciones, que eran detectadas por la máquina, clasificando (tabulando) debidamente la información según la lógica de Boole. Hollerith fue el fundador de la empresa precursora de la actual IBM (International Business Machines).